sábado, 24 de marzo de 2012

LA FORMACIÓN PERMANENTE DEL PROFESORADO: VISIÓN DESDE LA DIRECCIÓN DE UN CEP.



LA FORMACIÓN PERMANENTE DEL PROFESORADO: VISIÓN DESDE LA DIRECCIÓN DE UN CEP.

Estimado Juan Rafael, agradezco las halagadoras palabras que me dedicáis tanto tú como Fernando Trujillo y conociendo vuestra intención de provocar mi intervención en el debate me he decidido a responder. Al no tener bitácora propia te pediré alquilado un espacio alquilado para que cuelgues a continuación de tu post este tocho que he preparado.

Me acuerdo muchas veces, con agrado de las profundas y extensas elucubraciones que hacíamos sobre el trabajo en el que estábamos implicados, con ellas maduré muchos conceptos que después he seguido trabajando y que ahora intentaré resumir lo más sucintamente que mi capacidad me permita, (que no es mucha)-
Me encanta que a pesar de las malas experiencias sigas siendo tan volterianamente, claro, directo y sincero como has sido siempre porque es la única forma de desbrozar los prejuicios y dejar claros los conceptos que tienen valor.

Quiero empezar con una cita de Edgar Morin, de su último libro La Via para el futuro de la humanidad (Paidós) que define, de entrada la base de mi argumentación:

Nuestro sistema de conocimientos, tal como se nos inculca y fija en la mente, conduce a importantes desconocimientos. Sumergidos en la sobreabundancia de informaciones, cada vez nos es más difícil contextualizarla, organizarla y comprenderla. La fragmentación y la compartimentación del conocimiento en disciplinas que no se comunican nos impiden percibir y concebir los problemas fundamentales y globales. La hiperespecialización rompe el tejido complejo de lo real, el predominio de lo cuantitativo oculta las realidades afectivas de los seres humanos. Nuestro conocimiento parcelado produce ignorancias globales. Nuestro pensamiento mutilado conduce a acciones mutiladoras.
La reforma del conocimiento exige una reforma del pensamiento. La reforma del pensamien exige, por su parte un pensamiento capaz de relacionar los conocimientos entre sí, de relacionar las partes con el todo y el todo con las partes, un pensamiento que pueda concebir la relación de lo global con lo local, de lo local con lo global. “

Como ves ando intentando abordar los temas desde la complejidad, siendo consciente de que no lo conseguiré, pero haciéndome la ilusión intentarlo. Desde esta perspectiva no voy a repetir las cosas que tú ya has descrito y que en términos generales son verdad como análisis y hay que tenerlas presentes a la hora de elaborar conclusiones. Por mi parte lo que voy a intentar es dar otra visión. La visión de un maestro que lleva ocho años y unos meses dirigiendo un CEP andaluz y que el año próximo volverá a su clase. Visión que ha llegado a comprender la condición integrada y compleja de la formación permanente del profesorado.

a) Sobre el trabajo de asesor.

Es correcta la descripción que haces de las rutinas y trabajos no directamente relacionados que se realizan y que ocupan tiempos preciosos para dedicarlos a otras funciones, pero creo que la función asesora es un paquete integrado que la persona que lo asume debe organizar y priorizar en función de las demandas que recibe y los objetivos que se propone tanto a nivel individual como colectivamente como institución.
Al ser, en nuestro caso, la formación una actividad absolutamente voluntaria. Se establece una relación dialéctica entre la realidad de los centros, su profesorado, sus demandas y necesidades y la respuesta del equipo asesor del CEP que los atiende. Si las demandas son sobre puntos, horas, certificados... el trabajo asesor se puede contentar con responder a esa demanda y así cumple su cometido. Si las demandas son cursos transmisivos para acumular puntos o cubrir sexenios las asesorías pueden sentirse satisfechas con organizarlos bien, con buenos ponentes. Si es la Consejería la que presiona con deteminados planes yprogramas que quiere desarrollar, el trabajo asesor se puede ver cumplido con organizar bien las actividades que se le demandan. Si las consultas son de compañeros concienciados que forman grupos de trabajo o colectivos pedagógicos muy activos, el trabajo de asesor se volcará en conocer los temas que trabajan y proponerle alternativas para que ellos mejoren sus conocimientos y formación. La demanda determina en parte la actividad de las asesorías.
La asesoría de hace 10 años no sirve para hoy, ni servirá para dentro de tres años.
En nuestro CEP nunca nos hemos conformado con lo anterior, hemos cogido con todas sus letras la otorgada legalmente autonomía del CEP para tener una actitud proactiva, indagadora e innovadora (dentro siempre de nuestras posibilidades como individuos y como grupo). Partimos de la idea de que nadie demanda lo que no conoce y de que alguien, siempre debe ejercer un liderazgo pedagógico, en los CEP, los centros, la Consejería... que debe ser lo más distribuido y dialogante posible, liderazgo de “autoridad”, de propuestas razonadas y compartidas para que sean llevadas a la práctica. En nuestros planes de actuación cada año hemos intentado llevar a la práctica uno o más objetivos innovadores, con más o menos éxito. Pienso que la concepción, el nivel de profundidad que tengamos sobre el tema, en este caso la formación del profesorado, nos permitirá acertar o equivocarnos con mayor o menor probabilidad.
En la otra parte de la relación dialéctica en la que se desarrolla la formación tenemos la actitud, predisposición, nivel previo, concepción teórica de la formación... del profesorado receptor:
  • Has hablado de los “Cazapuntos” que es una realidad también dialéctica, hay que acumular méritos y es la forma que se ofrece para hacerlo. Se vuelve a confundir “el ser” con “el tener” como en la vida misma. Se puede corregir esta perversión, cuando todos tengamos clara la idea de lo que es y nos proporciona la formación y consensuemos qué entendemos por “méritos” y por “esfuerzo”: acudir pasivamente a un curso o aprender algo, aplicarlo y evaluarlo.
  • Te puedes acordar de la visión milagrosa de la formación que manifiestan muchos compañeros y compañeras que asisten a una actividad formativa esperando que se le resuelvan los problemas. No existe esa formación. La formación es un trabajo duro, comprender lo nuevo, procesarlo y adaptarlo a uno mismo y al equipo de trabajo, aplicarlo y evaluarlo. Cuando se descubre esta realidad, mchos profesores nos autojustificamos diciendo que no resuelve nada , que no tenemos tiempo para adaptar lo nuevo, que es muy teórica...
  • Hay una visión compulsiva de la formación. Creemos que nunca estamos bien preparados para aplicar algo nuevo y encadenamos cursos y cursos sin pasar nunca a la acción en el aula.
  • Hay un gran número de compañeros y compañeras que rechazan la necesidad de formarse porque creen que ya lo saben todo sobre su profesión. En casos extremos conocemos todos a compañeros/as que llevan 20 o más años dando el mismo temario, de la misma forma y suspendiendo más del 60% de su alumnado y se creen los mejores profesionales delmundo. La culpa la tienen siempre el alumnado o el sistema que está mal diseñado.
  • También está y cada vez en mayor número, por suerte, los que utilizamos la formación para resolver problemas concretos de nuestro desempeño profesional, individualmente o en nuestro claustro de forma colectiva.
Podríamos seguir enumerando la variada gama de actitudes que tiene el profesorado ante una actividad voluntaria como es la formación, pero no se trata de elaborar una tesis. Esta enumeración nos sirve para completar lo que antes he denomidado “el paquete integral” que es el trabajo de la asesoría de formación. Ante la realidad que tenemos podemos esperar tiempos mejores en los que el profesorado esté concienciado y dispuesto u optar por integrar entre las actividades propias de nuestro trabajo el reto de lidiar con las diferentes realidades que se nos presentan desarrollando estrategias para acercar, voluntariamente al profesorado a nuestras propuestas de formación (lo mismo que los médicos no eligen las enfermedades de sus pacientes o los bomberos no esperan el fuego ideal). Son auténticas competencias para las que no se nos forma, pero que debemos ejercer para poder actuar en nuestro contexto. También se puede declarar la formación obligatoria y todos estos parámetros cambiarían por otros que está por ver si serían más o menos eficaces.

b)Sobre la formación

-La necesidad de formación permanente del profesorado está fuera de toda duda. No hay ahora mismo partido, institución nacional o internacional, gremio o rama del saber que no la incluya como parte fundamental para generar mejoras en el sistema educativo, la vida social y cultural, la economía o cualquier otro aspecto de la vida sobre el planeta. Sin embargo muy pocos pasan de los tópicos o lugares comunes y profundizan sobre el tema. Ejemplo ejemplar, valga la redundancia, fue la intervención del consejero de educación de Castilla-La Mancha tachando a los CEP y a su personal de ser centros de adoctrinamiento. Cretinismo político por hablar sin conocer o taimado recurso de agitación mediática para atacar a la enseñanza pública y justificar su próxima dedicación a fomentar la enseñanza privada y la formación permantente privatizada.

Una cita de Mónica Gather Thurler, de su libro Innovar en el seno de la institución escolar. Graó.Publicación fruto del trabajo de 20 años de trabajo de campo participando en la concepción, la coordinación, la evaluación o la simple observación de múltiples procesos de cambio en los sistemas educativos tanto de Suiza como en otros países.

Militantes y administraciones se afanan desde hace tantos años y sin éxito a cambiar la escuela, que la enseñanza necesita una reforma tanto por arriba como por abajo. La experiencia de los últimos treinta años demuestra que ninguna estrategia aplicada ejerce una verdadera influencia sobre las prácticas pedagógicas.
...........................................................................................................................................................
Pese a ello, la principal causa del fracaso de las reformas se debe a que los maestros y maestras se resisten a cambiar sus costumbres, aunque no necesariamente por razones negativas. El hecho de invitarles a abandonar una rutina relativamente eficaz, a favor de una innovación claramente prometedora – aunque aun no haya dado prueba de ello- vuelve a exigirles un esfuerzo y a hacerles asumir riesgos que no están dispuestos a permitir. Por otra parte, diversos estudios ponen de relieve la gran capacidad que los educadores y educadoras tienen para acoger las reformas de los planes de estudios y redefinirlos de forma que se adapten a sus prioridades.(Ball1998;Lamdert y otros,1998)
............................................................................................................................................................
Cuando se trata de transformar una práctica a gran escala, las acciones de la administración y de los militantes de base están subordinadas en último lugar a la reacción del colectivo docente. Suponiendo que este último recibiera una formación radicalmente nueva y que se lograra persuadir a los principiantes de poner en práctica las innovaciones, aun haría falta que éstos opusieran resistencia a la <<contra-socialización>> de sus compañeros de profesión, a las reticencias de las madres y los padres, siempre prestos a preocuparse, o incluso a las de los responsables, siempre escépticos ante la novedad.”

La autora después de este análisis tan negativo da claves en seis parámetros diferentes que se ha comprobado cumplen los centros que desarrollan y consolidan cambios y mejoras. Sólo pretendo dar una idea de la complejidad de la tarea que estamos tratando y refrendar lo que dice esta autora porque lo vengo constrastando día a día con mi práctica profesional. Pongo un ejemplo.

Hemos tenido la suerte de conocer y contar con la colaboración de dos ponentes magníficos José Antonio Fernández Bravo y Toni Martín en el ámbito de la didáctica de las matemáticas. El primero ha desarrollado investigaciones exhaustivas sobre la didáctica de cada apartado del currículo y elaborado metodologías y didácticas específicas sobre cada tema.
El segundo, maestro en ejercicio, ha aplicado en tres generaciones 1º a 6º de primaria la misma metodología y además lo ha ido grabando en vídeo (poner en youtube Ceip Aguamansa). Prescinden de los algoritmos tradicionales y desarrollan el razonamiento lógico matemático, el uso de la calculadora, la resolución creativa de problemas, apoyándose en las regletas Cousinaire, tangran,... y la propia vida del alumnado. Llevamos siete años contando con el primero y cuatro con el segundo, han pasado por estas actividades cientos de compañeros y compañeras que han salido sorprendidos, convencidos y dispuestos a aplicar lo aprendido en sus aulas. En estos momentos varios colegios han empezado a formarse de forma colectiva sobre el tema. Varias decenas de maestros y maestras se han lanzado al cambio total, el resto hacen innovaciones puntuales.
Siguiendo esta experiencia con los compañeros y compañeras estamos viviendo el pánico al cambio, la inseguridad, la resistencia interior, del profesorado, de las familias, estamos viviendo la realidad reflejada en la cita. La dificultad que encierra una formación ligada al cambio y a la mejora depende de las características y dimensiones de la innovación a desarrollar.

Podemos hacer una innovación puntual: realizamos una unidad didáctica trabajando por proyectos, elaboramos un blog para recoger un trabajo realizado en la clase, realizamos una semana cultural desarrollando el currículo correspondiente sobre un centro de interés...
Puede ser una innovación parcial o complementaria: utilizamos la biblioteca para documentar el trabajo realizado en conocimiento del medio, utilizamos las tic como herramienta para apoyar el aprendizaje de inglés o lengua...
Hay innovaciones más radicales como la que he explicado antes. Dejamos de utilizar las cuentas tradicionales como mecanismo de cálculo y nos dedicamos a desarrollar el razonamiento lógico matemático y el cálculo mental. Haz puentin, tírate al vacío sujeto por una cuerda que no sabes si resitirá, apoyándote sólo en la palabra de un ponente o una compañera que lo ha experimentado ya. Estás completamente convencido de que las matemáticas que estamos enseñando no sirven para este siglo, que la propuesta innovadora es cierta, positiva, ideal, pero.... ¿sabré hacerlo? ¿me apoyarán los compañeros?¿qué dirán los padres?¿ y el inspector?
Utiliza en infantil y primer ciclo de primaria el enfoque constructivista para el apendizaje de la lectoescritura, deja los libros y trabaja todo el currículo en primaria o secundaria utilizando el método de proyectos, introduce el aprendizaje cooperativo en el aula de forma sistemática y continuada para trabajar todas las áreas, introduce una acción tutorial basada en el desarrollo sistematizado de la inteligencia emocional...

Estos tres niveles de innovación se pueden afrontar individualmente o colectivamente: en el primer caso el tema se agrava, si la afrontamos en el ciclo, en un departamento o toeo un claustro el tema cambia y pasamos a tratar del proceso que tenemos que seguir para conseguirlo.
La formación es una tarea compleja, un tema de investigación, igual que la formación del alumnado. El conocimiento de los procesos que se tienen que producir para que una actividad formativa produzca transferencia a las prácticas profesionales y redunde en la mejora de los resultados del alumnado supera a una propuesta política, una encuesta de satisfacción a los usuarios, un mandato de una ley, o cualquier otra razón que no se fundamente en una investigación, y una reflexión sobre las prácticas reales que estamos desarrollando en la que deben intervenir todos los implicado: asesores, profesorado, ponentes, instancias de la adminsitración responsables, etc. Comprender esto es empezar a poner soluciones.

En nuestro CEP cada año hemos subido un peldaño en la comprensión de los procesos que queríamos inducir a través de nuestras acciones formativas. En los dos últimos cursos, por la interacción con otros CEP hemos comprendido que tenemos que cambiar nuestro enfoque e incluso nuestro perfil profesional. Nuestra reacción ha sido formarnos para entender los procesos de cambio y capacitarnos para poder explicarlos y guiarlos. Para poder crear las situaciones previas en los centros y situarlos en condiciones de utilizar la formación para implementar procesos de mejora. Llevamos dos cursos intentando adquirir las competencias necesarias para hacerlo y aun vemos la dificultad de lanzarnos (también tenemos nuestras resistencias y miedos al cambio). Hemos elegido el camino de la Práctica Reflexiva
http://www.practicareflexiva.pro/ Ahora la mayoría nos vamos del CEP y la trabajaremos en nuestros centros o como ponentes externos.

Cuando aterrizamos en estos campos, ¿Qué quieren que digamos sobre un único centro de excelencia? ¿Han estudiado lo que hay investigado sobre la implementación de reformas y mejoras o tocan de oido la música que le cuentan cuatro advenedizos? ¿Nos vamos a enterar de que la mejora de la educación y por ende de la ciudadanía no es cosa de ideologías y de partidos sino de la investigación y de la implicación de la sociedad entera ?
En nuestra realidad andaluza, la Administración apoya la red de formación y apuesta por mantenerla, además desarrolla una línea adecuada de implementación de normas legales ajustadas a las necesidades. Nuestros responsables directos no se atreven abiertamente a contar con nuestra experiencia y conocimientos, tal vez pensando que vamos a enrocarnos en reivindicaciones particulares y no vamos a contribuir objetivamente a hacer propuestas constructivas sobre las que siempre tendrán la última palabra. Las propuestas que se esbozan en el borrador del nuevo decreto avanzan en la definición de las líneas que deben seguir las actividades formativas, sus objetivos y su diseño pero olvidan, inexplicablemente, definir el perfil adecuado que deben tener los profesionales que tienen que desarrollarlas. Si algunos informes internacionales dicen que el techo de un sistema educativo lo marca la preparación de sus profesionales por qué no se aplica esta premisa a la red de formación, creo que el tema va por ahí.

c)La Red de formación tiene un espacio y un sentido.

-Porque está demostrado en investigaciones acreditadas y en la propia experiencia de la red de formación durante los años que lleva existiendo que la transferencia que producen las actividades tipo curso transmisivo, presencial o en línea, no es suficiente en estos momentos de transformación profunda del sistema. La escuela debe pasar de tener como eje casi exclusivo la enseñanza del profesor a que el eje más importante sea el aprendizaje del alumnado. La formación que venimos impartiendo actualmente sirve para mejorar aspecto concretos, dotar de competencias específicas pero no para cambiar a un nuevo paradigma educativo que es lo que necesitamos. Estos procesos necesitan trabajarse en cada centro, con cada profesor y profesora induciendo a que ellos/as conozcan sus propias capacidades y vivencias, las relacionen con el trabajo que realizan, constrasten con teorías y otras prácticas y vuelvan a redefinir sus prácticas de forma más eficaz y más placentera para ellos y ellas.
-Porque el sistema educativo necesita agentes dinamizadores del cambio y la innovación que tengan encomendada esta tarea espećifica fundamental para avanzar. Agentes que promuevan, ayuden a diseñar, guíen y evalúen los procesos de cambio y además procuren su visibilización, su valoración y su soporte material y emocional de forma sistemática y continuada. No puede ser el cuerpo de inspección una super élite que lo abarque todo. Ni el perfil que se les exige para entrar en el cuerpo se adapta a la tarea. Se implementan programas como el de calidad y mejora de los resultados escolares directamente relacionados con la innovación y se deja al margen al personal, que teóricamente tiene el mejor perfil para realizar no sólo el asesoramiento, sino aportar, junto a otros agentes, las valoraciones o los informes necesarios para que los resultados se ajusten a la realidad de los hechos. Los CEP serán necesarios, si se les dota de atribuciones y responsabilidades directas y significativas que impulsen su credibilidad e influencia sobre el profesorado y sobre los centros.

-Hace ya muchos años que venimos hablando de que no se trata de formación permanente, de reciclarse, se trata de desarrollo profesional. No podemos seguir constatando que una gran parte del profesorado hace un paréntesis de infelicidad durante el tiempo que está en la escuela o el instituto. Tenemos que conseguir que las horas de trabajo sean tiempo de crecimiento y de disfrute para los docentes, porque además es la única forma de que puedan transmitrlo al alumnado. Eso sólo se consigue con encuentros, interacción, convivencias no sólo con actualización científico-técnica en las materias que impartimos. Es muy díficil conseguirlo con un único centro por mucha excelencia que acumule. Si se externaliza de forma permanente como se necesita, no creemos que el personal contratado más los beneficios que exigirán las empresas resulten más barato que el sistema actual.

-Los requerimientos de un profesor del s.XXI son muy diferentes que los de uno del s.XX, sin embargo su formación inicial sigue siendo la misma.
Los últimos años venimos en el CEP realizando los cursos del profesorado en fase de prácticas (que aprueban las oposiciones el curso anterior) Nosotros impartimos una sesión que trata sobre la formación y hacemos una encuesta sencilla para recabar informaciones que nos orienten para el diseño de posteriores actividades. Sin especificar el año, pongo los datos recogidos en una de estas encuestas: unos 300 profesores, de ellos 90 llevan menos de un año de docencia, unos 60 sólo los meses de septiembre a finales de enero.
Preguntas significativas: Nivel TIC: (básico, usuario, avanzado) más del 90% señalaron básico, 1 señaló avanzado (coordinador TIC de su centro).
Nivel idioma extranjero: (básico, medio, avanzado) más del 90% básico, 1 avanzado (coordinadora bilingüismo de su centro9
Es verdad que la universidad no tiene estas competencias en sus temarios, pero es una realidad que es un inmenso campo para la formación permanente. Si lo preguntamos al profesorado mayor de 50 años nos daría el mismo resultado.




  1. Propuestas de futuro para la formación
-Se necesita una red potente de formación para conseguir mejoras significativas en los resultados del alumnado que tenemos en nuestros centros porque todas las evidencias nos indican que la formación del profesorado es una tarea compleja.

-La red de formación tiene que tener responsabilidades concretas y relacionadas con los procesos de innovación y mejora de los centros que le den capacidad de influencia sobre el profesorado.

-El perfil de la asesoría debe cambiar para adaptarse a los nuevos requerimientos. En principio tendría que recibir una formación específica en todas aquellas competencias comunes a la profesión: comunicativas, motivadoras, dinamizadoras , evaluadoras... y temas como acción tutorial, TIC, valores, inteligencia emocional, temas de lectura y razonamiento lógico matemático.

-Recuerdo la cita inicial de Edgar Morin, la asesoría debe tener una visión integrada del sistema educativo y de la realidad, saber movers entre lo local y lo global, lo general y lo concreto. Debe promover la cohesión del grupo en sus centros y la programación de actividades de forma integrada.

-La asesoría puede ejercerse, compatibilizando su trabajo con la práctica docente o no. Por tiempo limitado (suficiente para amortizar la inversión realizada en su formación) o respondiendo, como deberían hacer todos los estamentos, ante evaluaciones externas objetivas y periódicas.
-La asesoría tiene que tener una relación estrecha y directa con sus centros de referencia y tendrá competencias para conocer todos los datos que sean relevantes para realizar el trabajo de asesoría y seguimiento.
-Las actividades prioritarias que se deben promover son las formaciones de centro y cursos con seguimiento. Además deben promover y dinamizar redes virtuales y presenciales de carácter profesional que enriquezcan sus conocimientos y experiencias y sirvan de apoyo en los procesos de innovación emprendidos.
-Dejar el proceso en manos de los responsables de los departamentos es una posibilidad que habría que experimentar, creo que habría que darles la formación que he mencionado antes para las asesorías. En determinados momentos será imprescindible la presencia de agentes externos.
-Creo que la red debería cumplir funciones de indagación y seguimiento de procesos formativos informales que se den en las redes sociales para identificar innovaciones y transferirlas a los centros.
-Debería elaborar herramientas e instrumentos, proyectos y propuestas adaptadas a los contextos reales de los centros de su zona.
-Debería intervenir en el establecimiento y coordinación de actividades educativas con los ayuntamientos, instituciones públicas y organizaciones sociales así como con empresas del entorno.

Bueno creo que te he superado en el rollo que he soltado, espero que de pie para seguir el debate.
Un abrazo